Las tuercas y los tornillos son elementos de sujeción que se utilizan con frecuencia en todo tipo de contextos. Habitualmente se utilizan en el ámbito industrial, aunque también pueden servir en el contexto del hogar, ya que este tipo de materiales también se pueden utilizar en el entorno doméstico.
Un tornillo es un elemento de fijación de hierro o acero, que tiene forma de varilla roscada y que se utiliza para proporcionar una unión robusta entre dos objetos al enroscarlo en el interior de un orificio que ha sido previamente creado a su medida. Este elemento consta de tres partes en términos generales: la cabeza, el cuello y la rosca. En este sentido, podemos decir que se trata de un componente esencial que se utiliza en el ámbito de construcción y para el ensamblaje de todo tipo de estructuras y de maquinaria industrial.
Ahora bien, las tuercas son pequeñas piezas que se enroscan en la propia rosca de los tornillos y que ayudan a incrementar el poder de sujeción de los mismos. Las tuercas suelen ser circulares en la cara interna y hexagonales en la externa. Asimismo, en la parte interior cuentan con una rosca para poder proporcionar una unión fuerte junto con el tornillo.
Con el paso del tiempo, estas herramientas se pueden quedar demasiado pegadas, o se pueden oxidar. Esto se puede deber a los cambios de temperatura y de las condiciones climáticas, así como de la degradación y oxidación de los materiales que se dan con el paso de los años en este tipo de materiales metálicos. Sabemos que, cuando esto ocurre, puede resultar frustrante. Por este motivo, en este artículo te vamos a explicar cómo aflojar tuercas y tornillos agarrotados oxidados o pegados.
¿Cómo aflojar una tuerca muy apretada?
Como hemos comentado en la introducción, con el paso del tiempo y del propio uso, los metales están sujetos a la corrosión, degradación y oxidación, así como también están expuestos a los vaivenes de temperaturas, que pueden hacer que los materiales se expandan o se contraigan dependiendo del frío o del calor que haya en el ambiente. Esto puede hacer que, por ejemplo, una tuerca que se ha unido a un tornillo no se pueda aflojar fácilmente. Por este motivo, es necesario tener en cuenta algunos pasos sencillos para aflojar este elemento de sujeción.
Primero, te recomendamos empezar aplicando un poco de aceite multiusos sobre la tuerca y el tornillo y esperar entre una y dos horas para compensar la corrosión del material. Pasado este tiempo, debes golpear la tuerca con un martillo para retirar el óxido presente. Hay alguna posibilidad de que con estos golpes esta se haya aflojado, sin embargo, como en la mayoría de los casos no es así, te recomendamos añadir más aceite y esperar una o dos horas más.
Posteriormente, debes utilizar una llave inglesa o una llave de boca fija para intentar aflojar la tuerca, ya que es probable que, tras golpearla se haya aflojado. Si se resiste, tan sólo tienes que repetir la operación hasta que esta se afloje. Si no es suficiente, también puedes usar unos alicates de acero inoxidable para hacer un poco más de fuerza.
Por último, también queremos mostrarte cómo puedes quitar una tuerca sin usar herramientas específicas. Tan sólo necesitas un tornillo y una tuerca del mismo tamaño. Para ello, debes enroscar la tuerca por la varilla roscada del tornillo hasta que lo ajustes exactamente al tamaño adecuado.
Es decir, debes enroscarla de manera que se ajuste exactamente al tamaño de la tuerca que está pegada u oxidada. Al hacerlo, podrás utilizar el tornillo con la tuerca como si se tratara de una llave inglesa o una llave de boca fija. Rápido, sencillo y sin tener que recurrir a ningún tipo de herramienta especializada.
¿Cómo aflojar un tornillo muy apretado?
En ocasiones un tornillo recién instalado puede atascarse y dar problemas sin necesidad de estar oxidado. Cuando esto ocurre, también puede resultar muy frustrante, sin embargo, existen algunas soluciones que puedes aplicar para aflojarlo y extraerlo de maneras relativamente sencillas. Lo primero que debes tener en cuenta es que lo ideal es utilizar el destornillador adecuado para la cabeza del tornillo.
Si aun utilizando un destornillador adecuado, el tornillo no cede, utilizar aceite multiusos es una buena idea, ya que puede penetrar de una manera bastante sencilla hasta el interior de la rosca para facilitar su deslizamiento. En este punto, lo ideal es utilizar un destornillador de presión, especialmente si el material de la cabeza del tornillo es duro y de calidad, ya que de lo contrario, se puede desgastar o deformarse. En muchos casos, esta será la solución.
Si el problema persiste, lo ideal es taladrar la cabeza del tornillo desde la parte superior con una broca de un diámetro más pequeño que el del tornillo. De esta manera, podrás utilizar un acople de extractor de tornillos para la broca para retirarlo.
Otra opción efectiva puede ser el hecho de calentar el tornillo utilizando una pistola de calor para que el metal se contraiga y poder utilizar el destornillador para sacarlo. También puede servir el hecho de soldar una tuerca a la cabeza del tornillo para que sea más fácil de extraer con una llave inglesa o de boca fija. De una manera o de otra, podrás aflojar un tornillo pegado sin demasiada dificultad.
¿Cómo aflojar un tornillo oxidado?
Es un caso muy similar al que acabamos de ver, ya que, al igual que ocurre con las tuercas, los tornillos no están exentos de sufrir corrosión con el paso del tiempo y se van oxidando. Esto puede hacer que este quede pegado y que no gire al intentar extraerlo debido a que, al oxidarse, el hierro se expande. Para extraerlo, te recomendamos utilizar aceite multiusos para hacer que el óxido se ablande y poder desenroscar el tornillo utilizando un destornillador.
Si el tornillo está muy oxidado, puedes optar por los mismos pasos que hemos comentado antes, como, por ejemplo, taladrar la cabeza del tornillo y utilizar un destornillador de presión para ejercer más fuerza. En el caso de que éste no ceda en absoluto, puedes calentar el tornillo utilizando una pistola de calor, ya que esto hará que el óxido se contraiga y sea más fácil retirarlo. Otra opción es remojar el tornillo con refresco de cola y dejarlo actuar durante bastantes horas, ya que la cola contiene ácido fosfórico, que sirve para deshacer el óxido y que la extracción del tornillo sea mucho más sencilla.
En definitiva, si te preguntabas cómo puedes aflojar tuercas y tornillos agarrotados oxidados o pegados debes tener en cuenta que existen soluciones que, aunque son sencillas pueden ser muy efectivas. El uso de aceite multiusos, dar golpes suaves, aplicar calor pueden ayudar a liberar estas uniones. De la misma manera, utilizar una tuerca y un tornillo del mismo tamaño como llave improvisada puede resultar una opción bastante útil. ¡Con paciencia y utilizando las técnicas adecuadas, es posible solucionar este problema de una manera efectiva!