Seguramente en muchas ocasiones te has visto con la necesidad de cargar o arrastrar con un peso superior al que eres capaz, incluso aunque cuentes con el apoyo de varias personas. Los cabrestantes son una de las máquinas más populares que podemos encontrar en el mercado para llevar a cabo todo tipo de tareas de arrastre, así como de carga —a nivel profesional y particular—. Estas nos permiten multiplicar la fuerza en un momento logrando de manera sencilla lo que sin ellas sería imposible. Ahora bien, exactamente qué es un cabrestante y qué tipos hay. A continuación, te explicamos todo lo que necesitas saber sobre esta herramienta y cómo funciona un cabrestante. ¡Sigue leyendo!
¿Qué es un cabrestante?
El cabrestante, como indicábamos en la introducción, es un dispositivo mecánico que se compone de un rodillo o de un cilindro giratorio vertical utilizado para mover, levantar o arrastrar grandes pesos. Este puede estar provisto de una cinta o de un cable metálico con un gancho que van acoplados a medida en el dispositivo —en función del diámetro y ancho de cada uno—. Es decir, cuentan con un sistema para fijar el cabrestante y otro sistema para fijar el objeto a arrastrar o a levantar. El cabrestante suele estar fabricado de acero inoxidable, aunque también de zinc. Los mismos han sido diseñados para estar sometidos a trabajos intensivos y aportar una gran resistencia y fiabilidad.
Usos del cabrestante para elevar objetos pesados o arrastrarlos
Los usos del cabrestante son de lo más variados, generalmente se utilizan en el sector de la minería y portuario, para llevar a cabo la carga de las mercancías; pero también cuenta con una gran cantidad de usos para fines particulares, por ejemplo, para arrastrar, levantar y cargar madera, para arrastrar vehículos… Estos son los usos del cabrestante más populares.
Cabrestante para uso profesional
A nivel industrial, el cabrestante puede emplearse en una gran variedad de sectores. Uno de los más populares es el de la minería. En este caso, losdispositivos mecánicos se usan para la extracción de los materiales, e incluso del personal en jaulas o trenes de vagones que provienen del interior de la mina —pueden utilizarse para el izado de la jaula en vertical o para tirar de los vagones mediante un cable de acero u otro dispositivo—. Otro de los usos a nivel profesional del cabrestante para elevar objetos pesados es como remolque de tolvas en la industria cementera, pero también en la industria metalúrgica, en cintas de producción, en la construcción…
Cabrestante para uso particular
Nos encontramos, sobre todo, con el uso del cabrestante 4×4 y para desencallar vehículos. En el primero de los casos, este se une a un todoterreno para arrastrar otros vehículos u objetos, como el cabrestante para remolque; mientras que en el segundo de los casos puede ser utilizado para desencallar vehículos o para superar algún obstáculo —razón por la cual es muy recomendable si tienes pensado atravesar senderos o caminos complicados—. En este último caso se suelen emplear cinchas sintéticas enrolladas a un árbol u otro obstáculo cuando no pueden engancharse directamente a un punto estable, ya que las cadenas de acero se pueden resentir con el paso del tiempo. Un tercer uso a nivel particular e incluso industrial es como cabrestante de tractor para arrastrar madera. Muy útil si trabajas en el sector agrícola.
Tipos de cabrestantes
Existe una gran variedad de cabrestantes en el mercado según su mecanismo. Es decir, si son manuales o eléctricos. Cada uno de ellos puede variar también dependiendo del material con el que están fabricados, de la capacidad de carga —ten en cuenta que podemos encontrar dispositivos que pueden soportar hasta 4.5 toneladas o más— o del voltaje, entre otras. En este último caso el rango es muy variado, desde el cabrestante 12V hasta el cabrestante 220V. Estos son los principales tipos de cabrestantes:
Cabrestante manual
El cabrestante manual es la opción más portátil que hay. Este suele estar fabricado con acero inoxidable o zinc y suele contar con cable de tracción con una resistencia de carga de hasta una tonelada. Los mismos funcionan accionando una manivela —generalmente, en forma de movimiento ascendente y descendente, de ahí que sean manuales—. Dependiendo del modelo, el cable puede puede variar en función del diámetro, así como de la longitud. El cabrestante portátil para coche o cabrestante de tractor para arrastrar madera es una de las opciones más ligeras que hay, estos son muy fáciles de transportar y de almacenar además resultan muy económicos.
Cabrestante eléctrico
El cabrestante eléctrico, a diferencia del manual, carece de manivela. Este funciona con un motor eléctrico que es el que se encarga de mover, levantar o arrastrar grandes pesos —puede activarse con un control remoto, con un pedal…—. Es la opción más recomendada para fines profesionales e industriales ya que ofrece una capacidad de carga máxima de hasta 4,5 toneladas. Pueden contar con un cable de tracción o cinchas sintéticas que se enrollan a diferentes soportes —cuando el uso del gancho para fijarlos no es posible—. Al igual que el cabrestante manual, está disponible en una gran variedad de modelos disponibles, en función del uso y necesidades del usuario.
Cómo funciona un cabrestante
Para responder a cómo funciona un cabrestante hay que tener en cuenta su diseño. Como explicábamos más arriba, estos pueden ser manuales o eléctricos. La diferencia principal entre uno y otro es la forma de accionarlo y la capacidad de carga que pueden soportar. Ahora bien, el sistema es el mismo. Los cabrestantes cuentan con un rodillo giratorio sobre el cual se enrolla el cable o la cinta sintética. Los mismos, mediante la acción de una manivela o del motor eléctrico, provocan el movimiento de la carga que está sujeta al otro lado del dispositivo a través de un gancho. Además, la relación de los engranajes de estos dispositivos hace que se multiplique la fuerza de manera considerable. Otra de las características destacadas sobre los cabrestantes es que estos dispositivos mecánicos cuentan con un sistema de autofrenado para evitar accidentes —independientemente del tipo que sean—.